Mi nombre es zuri, la historia que contaré a continuación es una experiencia que viví, la cual cambió mi vida.
La historia tiene como personaje principal a una chica que sufre al tener un amor a distancia, aunque al principio era hermoso, todo se fue desgastando.
Con los años se han creado malos rumores sobre las relaciones a distancia, dicen que es un amor de cuatro, entre otras, pero déjame decirte que solo es un amor de dos; de dos valientes que luchan cada día.
El 7 de agosto del 2017, llegó a mi Facebook una solicitud, no tenía ni idea de quien podría ser, era una persona de México, sin embargo la acepté.
A pocas horas de acostarme a dormir, me llegó un mensaje;
-Decía: hola…
No llegué a ver el mensaje esa noche, así que un día después respondí, no tenía ni idea que responder, así que mi respuesta fue rara y espontánea;
-jaja hola, estaba estudiando, todavía soy una nenita.
No entendí lo que dije ese día, pero moría de nervios por recibir una respuesta, empezamos a platicar cada día y noté que tenía un cliché cada vez que hablábamos.
Tengo que admitir que toda mi vida sentí miedo de que nunca llegara alguien para mí, pero siento que la vida me guardó a la mejor persona, me había enamorado, sin embargo no me atrevía a decirle lo que yo sentía, así que tardé varías semanas para decírselo.
Una noche hablando de tonterías,le noté un cambio, y para mi suerte, también le sucedía algo extraño conmigo.
Decidí decírselo en ese momento, recuerdo haberle enviado un audio a punto de romperme a llorar porque no sabía si era lo correcto o si iba a funcionar, sin embargo lo dije y si enhorabuena, aceptó ser mi pareja.
Parece loco, no? Me sentía completa, la extrañaba un día cualquiera, en una plática con amigas, al despertar, al irme a dormir y al caminar por las calles las sonrisas tontas que colocaba al recordarla.
Tener una relación a distancia, es difícil pero no imposible, cuesta porque le echas de menos el día a día, no podéis salir a comer, ni veros, así que semanas con buena comunicación lo era todo.
Pasaron días, meses y en cada momento sentía como se iba haciendo una persona muy importante en mi vida.
¡Qué sensación!, no podría describirla, cada vez al verla en una vídeo llamada, me quedaba sin voz y me temblaba mi cuerpo como si estuviera hablándome al oído.
Fue una relación grandiosa, con sus momentos buenos y sus bajones, un día cualquiera me soltaba a llorar por no tenerla cerca, pero en mi caso, estuvo conmigo para decirme que todo estaría bien.
Tendría que decir que una relación así, a distancia, lleva dolor y felicidad, miles de videollamadas para sentirla más cerca, textos, fotos de cada cosa que hacíamos, pero al final valió la pena cada momento que viví a su lado.
Como cualquier relación a distancia, pensamos en juntarnos y ahí estuvo lo complicado, su vida en su país, su familia, se podría decir que uno debe renunciar a todo eso, algo que no se logró.
Era feliz estaba con la persona que amaba y eso era lo mejor que me podía pasar, pero llegó uno de los problemas más grandes del amor a distancia.
Una noche se tardó más de lo habitual en escribirme, pasé un momento fatal al ver que no llegaba, sin embargo le dejé mensajes para que me avisara cuando estuviera en casa.
Al responderme, su atención hacia mí ya no era la misma y eso me rompió en pedazos, la persona que más amaba me dejaba en visto o no me respondía, mientras yo moría de ganas por saber que había hecho en su día, por volverla a ver y escucharle esa voz que me volvía loca; me respondió algo sin sentido y me enojé.
Así que empecé a tratarle como últimamente lo hacía conmigo, aunque me dolía hacerlo, quería hacerle ver lo que se sentía ser ignorada y no valorada, le dejé en visto y no me respondió más.
Horas más tarde, me habló enojada preguntándome por qué le dejé en visto, y lo único que hice fue dejarle las cosas claras con todo el enojo encima.
Descargué mi coraje, y dije una frase “Últimamente lo que haces es amargar mi día, me cansé de ti, me cansé de intentar, merezco algo mejor”.
Me leyó el mensaje horas después, y no me dio respuesta, honestamente esperé un “quédate conmigo”, o un “perdón” de su parte, pero no pasó, así que todo había terminado alguien más ocupó mi lugar,la relación duró un año y dos meses.
En silencio le desee que fuera feliz, que encontrara el amor que le faltaba y le pedí a Dios para que la cuidara por mi.
Alejarte y tratar de olvidar a la persona que amas es de las peores sensaciones que he vivido, aún no me acostumbro a abrir los ojos por la mañana, chequear el móvil y entender que ya no estarán sus ” Buenos días mi niña”.
Esta es una historia mágica, al día de hoy la cuento con lágrimas en los ojos.
Tengo una persona que marcó mi vida, no habrá ni un solo día en el que no sonría al recordarla, deseo que cuando vuelva a escuchar de mi gran amor, me cuenten que es feliz.
Hola! soy yo del futuro, ha pasado un año desde que me dijiste adiós y podría decir que es imposible dejarte de amar, eres mi impulso para sobrevivir.
Sé feliz y se que lo seré,viéndote triunfar a lo grande y esperando para que nos veamos de nuevo.
Cuando me necesites el cielo enviará un mensaje,directo a tu corazón.